En otros zapatos, al derecho y al revés

por Mónica Pimiento

Se pita para avisar, no para corregir. Después de algunos días, me cuesta mucho asimilarlo. En el medio de la calle, pasa una vaca que es considerada sagrada, por ello todos son muy cuidadosos de no lastimarla, se maneja por la izquierda, muestra de la previa colonización británica. De los 39 países que he conocido, es la primera vez que soy copiloto en el asiento de la izquierda, el impacto mayor ha sido la glorieta al revés (para mí).

Basados, en parte, en la historia de nuestra Viajera Andrea, empezamos a vivir algunas de sus experiencias. Vikas es nuestro conductor, en los trayectos que componen el Golden Triangle. Él me cuenta que paga 1000 rupias (aproximadamente 60000 COP) por el tren rápido desde Delhi a su casa, 500 Rupias en tren lento. Las Rupias son la moneda de la India, 1 Rupia equivale a 56 Pesos Colombianos. En estos billetes se puede ver la imagen de Mahatma Ghandi, dirigente más destacado del movimiento de la independencia de la India, pionero en la desobediencia civil no violenta, muestra del pacifismo a nivel mundial. Desde niña escuchaba su nombre... hoy tenía billetes con su cara impresa en mis manos.

La República de la India es uno de los países más poblados del mundo (1357 millones de habitantes), se hablan 22 idiomas oficiales, es la cuna del Ganges y el hogar del tigre de bengala, las cobras y los elefantes. Acá predominan los colores brillantes, la estética tiene otro significado, estamos en un lugar nuevo, donde hay que ponerse en otros zapatos para lograr entender como funciona la vida en uno de las naciones más grandes del mundo.

El Golden Triangle, comprende Delhi, Agra y Jaipur, durante 7 días, vamos a recorrer estas ciudades, llenas de templos, colores y contrastes. En Delhi, mi recuerdo más profundo será el Red Fort, ocupado posteriormente por los ingleses, pero es definitivamente una gran muestra del poder de la cultura en su máximo auge en India.

Pasamos por un templo hindi, Vikas practica esta religión, nos invita a conocerlo y comenta que empiezan 9 días de celebración Navratri, dedicada a la diosa Durga. Navratri significa 9 noches. Esto hará que él ayune y sea muy cuidadoso con su comportamiento durante estos días. Entramos con mucho respeto, dejando nuestros zapatos a la entrada, cubriendo nuestro cabello (Hombres y mujeres) y guardando los teléfonos. Nunca había presenciado un pueblo lleno de tanta fe, desde niños pequeños hasta ancianos, se inclinan, piden la bendición y en sus ojos solo se aprecia una fe inquebrantable. En medio de cantos, dan sus ofrendas para el inicio de esta gran fiesta Hindú. En el templo predomina el color dorado, que refleja la luz y permite que los adornos con flores naranjas y amarillas también sobresalgan.

A pesar de tener conocimiento previo de este país, siento que actualmente existe una gran idealización de la India, esto es quizás una de las razones por las cuales, muchos tienen un choque cultural al llegar. Para mí existe mucho que puedo aprender de este lugar, sé que hay una razón por la cual estoy acá y me concentro en no criticar, sino en aprender. Mantengo mi mente abierta. Ventas de fruta sobre la carretera, pequeños negocios donde los vendedores barren con escoba de paja. Niños que van a la escuela muy temprano, una carretilla con tres veces el volumen que debería llevar. Gente amable, que sonríe al saludar y al despedirse, hacen la venia y dicen Namasté.

Delhi es la capital de la India, allí viven más de 13 millones de personas. Seguimos nuestro recorrido por carretera hacia Agra. Esta ciudad se encuentra a 240 Km, distancia que recorreremos en 4 horas. Las carreteras son buenas, pero sigo sin acostumbrarme a la dinámica de conducir a la izquierda... cuando creo que entiendo como funciona pasar carros, pitar, parar, pasa algo diferente, decido caer ante los más de 38 Grados Centígrados en un sueño profundo, creo que este descanso es necesario, mi cuerpo lo agradecerá.

Quizás uno de los mayores monumentos para ver en India es el Taj Majal, seguimos la recomendación de verlo al amanecer y es definitivamente una experiencia para no olvidar. Este es el monumento funerario más hermoso que he visto en mi vida, el emperador musulmán Shah Jahan lo construyó en honor a su esposa Arjumand Banu, conocida como Mumtaz Mahal. Este templo también significa: 20 mil obreros, 23 años, actual patrimonio de la Humanidad y parte de las nuevas siete maravillas del mundo moderno.

Se cuenta que el emperador terminó sus días en arresto domiciliario en el fuerte de Agra, decretado por uno de sus hijos. Desde su habitación podía ver el lugar donde se encontraba su difunta esposa y finalmente, cuando él murió, fue enterrado junto a su Mumtaz. El monumento está construido de forma simétrica, sin importar el ángulo del que se mire, se percibe como una estructura similar.

Desde el fuerte de Agra, se ve el río Yamuna y de lejos el monumento, cerca a este, edificios con grandes cantidades de humo, provenientes de los crematorios de cuerpos al lado del río.

De Agra partimos a Jaipur que dista 240 Km, para completar nuestro recorrido por el famoso triángulo dorado, el circuito de turismo más famoso en este país. La carretera es tranquila. Saliendo de Agra, vemos la gente en sus actividades comunes, siempre he pensado que es la mejor forma de entender mejor como funciona un lugar, generalmente los sitios turísticos son como islas ideales donde no se aprecia con tanta verdad la vida cotidiana de un sitio, esa vida que es la que realmente hace vibrar una ciudad.

Culminamos este recorrido con Jaipur, la ciudad rosada. Llena de templos, historia de un imperio poderoso y múltiples culturas. El Hawa Mahal, el Palacio de Jaipur, o el Tal Mahal, impactan con solo verlos. Quizás el mejor recuerdo, es cuando ingresamos al Fuerte Amber, multitudes se acercan, cantan y ondean sus banderas, una energía palpable incluso en el aire. Este fuerte es una estructura impecable, llena aún de arte, colores y con vista impactante a las montañas. Permite hacer un viaje en el tiempo, imaginar aquel 1592 cuando fue inaugurado en medio de mármol, espejos, y piedras preciosas traídas desde muchos lugares del mundo. A la entrada muchos niños y niñas en excursiones de escuela, y por primera vez en todo nuestro viaje, muchos turistas.

La última noche, Vikas decide llevarnos a algo así como un parque de diversiones típico llamado Chokhi Dhani, mejor dicho... el parque del café pero en Jaipur, cambiando la guadua por bailarines y elefantes, el café por arroz, lentejas picantes y fritos con miel. Él estaba muy orgulloso de mostrarnos su cultura, la gente sonreía, los niños corrían, se sentía la vida colorida por la cual este país es conocido. En este lugar existen diversas tarimas con bailes típicos, artesanos mostrando su arte y algunos restaurantes con largas filas de zapatos a la entrada y cojines en el suelo. Un cierre con broche de oro, un cierre de un país multicultural, donde pude practicar tiro con arco, pegarle a un platillo de metal gigante con un martillo pesado y comer en platos hechos de hojas, más de 15 platillos diferentes.

Esta ha sido una gran experiencia, que tardaré aún muchos días en asimilar, por el momento comparto con ustedes un poco de lo que mis ojos vieron, un poco de lo que mi cuerpo sintió, y un poco de lo que mi alma comenzó a vivir. La razón de este viaje, una boda, una boda a la que no se podía decir que no, una boda cuya ubicación me llevará a los Himalayas, a conectarme un poco más con lo que soy, una niña de las montañas.

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